Iván Canosa (https://ivancanosa.net/ )

Opinión sobre los Tiling Window Managers

meme_tiling window manager

Hace casi dos años que he empezado a usar Tiling Window Managers y he sido un poco escéptico al principio. Desde siempre que he estado acostumbrado poder minimizar y mover ventanas por la pantalla y me parecía lo más natural. En Windows, kde, gnome y otros programas usan este modelo porque es lo que más se parece a un escritorio real, en el que puedes mover papeles y libros para ordenarlos. Al ser algo intuitivo, cualquier persona que nunca ha usado un computador puede entenderlo y aprender a utilizarlo rápidamente, lo que ha hecho que este modelo sea el más popular y usado en todos los SO y distribuciones de linux. Es algo que un usuario normal ni siquiera se plantea que se pueda cambiar.

En mi caso, me enteré de la existencia de los Window Manager la primera vez que decidí instalar archlinux. En primer lugar instalé un programa llamado Openbox, pero no me convenció demasiado y me pasé a i3. Cuando investigué en su momento quería probar un Tiling Window Manager porque decían que aumentaba la productividad para hacer cosas, a costa de tener que aprender muchos atajos de teclado. Me decanté por i3 porque parecía de los más fáciles de configurar e instalar, aunque rápidamente lo cambié por dwm, y luego por xmonad que es el que utilizo ahora mismo.

Es verdad que usar un Tiling Window Manager aumenta tu productividad al no tener que perder el tiempo manejando las ventajas, es todo automático. Sin embargo, para mí el punto más fuerte que tiene es la comodidad y flexibilidad. Mucha gente utiliza workspaces para programas específicos, pero eso es desperdiciar parte de la potencia del programa. En un caso de uso normal, en el workspace 1 puedes tener el navegador y en el 2 estar programando con un par de editores y una terminal para ejecutar comandos. Cuando necesitas ver documentación o ejemplos de stack overflow, en un instante puedes pasar uno de los editores al workspace 1 y tener a la vista ambas ventanas con el tamaño apropiado sin tener que modificar el tamaño de ninguna. Y cuando terminas, sin ningún esfuerzo devolver el editor a su workspace original. Y esto mismo lo hago continuamente: Editar código fuente, ejecutar máquinas virtuales, modificar archivos de configuración del sistema, entrar por ssh a algún servidor… Para cada uno de estos trabajos normalmente se usa más de una ventana, las cuales pueden coexistir en un solo workspace, además de que las ventanas pueden fluir de un workspace a otro según sea necesario. Conceptualmente, para mí un Tiling Window Manager crea un espacio de trabajo dinámico en el que puedes estar trabajando en varias cosas a la vez, asocias mentalmente a cada workspace activo un concepto, pero no son lugares aislados, sino que hay continuamente comunicación entre ellos. Algo como esto es mucho más difícil en gnome o Windows, donde cada concepto es su propia ventana.

Y por si fuera poco, dwm y xmonad no consumen casi nada de RAM ni cpu.